Lavar frutas pequeñas siempre era un caos, salpicaba por todos lados y acababa con la encimera llena de agua. Este colador con tapa lo soluciona perfectamente. Es compacto, lo lleno, lo agito un poco bajo el grifo y listo para escurrir. Lo uso casi a diario para las uvas y los arándanos, y el mango facilita mucho el manejo. Me parece un gadget muy funcional, aunque desearía que el plástico fuera un poco más grueso.

La idea es fantástica para no tener que usar el colador grande para un puñado de cerezas o un limón. Sin embargo, para lavar una bolsa entera de manzanas o una lechuga completa, se queda pequeño. Es ideal para una o dos personas o para porciones individuales, pero si cocinas para muchos, tendrás que hacer varios turnos. La tapa encaja bien y cumple su función de contener el agua mientras se lava.

Lo que más me gusta es la seguridad que da el diseño. Cuando estoy escurriendo o enjuagando cosas como lentejas o arroz, siempre tengo miedo de que se me caigan al fregadero. Con la tapa que actúa como segunda rejilla, puedo voltearlo con confianza y el agua drena rápidamente sin que se escape nada. Se limpia muy fácil, aunque las ranuras del centro de la tapa a veces son un poco difíciles de alcanzar.

Muy cómodo de usar y de guardar. No ocupa apenas espacio y el mango ergonómico es un acierto, ya que permite sujetarlo firmemente incluso cuando está lleno de agua. Mi única preocupación es la unión del mango con el colador. Me da la impresión de que si se me cae o lo golpeo, podría ser la primera pieza en romperse. Por ahora, tras un mes de uso, todo perfecto.

Lo compré pensando solo en frutas, pero es mi nuevo aliado para escurrir la pasta recién hecha o las legumbres de bote. Pongo el contenido, lo paso por agua fría rápidamente y el agua caliente drena sin problemas. Al ser un material plástico resistente, no tengo que preocuparme por el calor. Además, evita que la pasta se pegue al fondo del colador grande del fregadero.

Como colador de mano, funciona muy bien. Los orificios son del tamaño adecuado para un drenaje rápido sin que se cuelen las semillas pequeñas. El problema es cuando quiero dejarlo quieto. No tiene una base plana o patas que le den estabilidad en la encimera. Tienes que sujetarlo con el mango o apoyarlo con cuidado, lo que resta un poco de practicidad si necesitas las dos manos

Es de plástico de buena calidad y, lo más importante, no tiene rincones extraños donde pueda acumularse suciedad o moho. Lo meto en el lavavajillas de vez en cuando y sale impecable. Me gusta saber que es un utensilio dedicado solo a lavar y escurrir alimentos, manteniéndolos separados de otros cacharros que tocan el fregadero